Bitácora No.2

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Imagen tomada de: http://www.elespectador.com/noticias/bogota/califican-al-concejo-de-bogota-de-incompetente-y-marrul-articulo-441032

Nuevamente retumban las paredes del Concejo de Bogotá; los numerosos y candentes debates que se han realizado allí condicionan los proyectos más importantes para la alcaldía. El cupo de endeudamiento quizás es el proyecto por lo que más se la juega el alcalde, será el que le permita realizar gran parte de los proyectos prometidos en campaña y los propuestos en lo que lleva de su mandato. Este debate ha pasado 3 veces por el Concejo, han reducido la suma del crédito de 4.3 a 3.8 billones de pesos (y aún no está aprobado), además de tener en cuenta que sólo 2.5 billones estarían dispuestos para movilidad, sector en el que alcalde se va  “rajando”, muestra de ello son las irregularidades de los contratos de Transmilenio, los recursos de malla vial congelados en cuentas bancarias y el fallido intento de construir un metro ligero o tranvía por la carrera séptima.

A pesar de la oposición mayoritaria en el Concejo que le hacen a los proyectos del alcalde y de la regular función que cumplen los cabildantes del distrito -según declaraciones de su joven presidente María Clara Name-, la alcaldía se ha valido de numerosas formas para lograr que aprueben sus políticas. Entre estas formas se encuentra la muy mencionada repartición de mermelada, o como dijo un alto dirigente del Partido Verde “la repartición de Nutella”. Hechos como estos han salpicado la administración distrital en los últimos días, sumados a las polémicas develadas de numerosos pactos entre el Gobierno Progresista y la Unidad Nacional. Es de hecho entonces las peleas y los acuerdos que se hacen en la corporación, pero es evidente el alcance del alcalde Gustavo Petro para hacer alianzas que permitan desarrollar su plan de gobierno; como dice un refrán popular “le vendió el alma al diablo”, o quizás sea más preciso decir “ente diablos se entienden” al realizar todo tipo de acuerdos entre sectores que “parecen” ser distantes entre posiciones ideológicas y políticas.

El día martes en Bogotá se realizaron varias marchas apoyando la jornada de Paro Nacional, diversos sectores mostraron su apoyo y se aglutinaron en la Plaza de Bolívar. Para realizar estas marchas la alcaldía y la policía metropolitana tomaron medidas para garantizar un ejercicio pacífico de este derecho constitucional. Lo curiosos del asunto es el silencio que mostró el alcalde, e incluso la adopción de medidas –respecto al paro- semejantes a las del Gobierno Nacional. La alcaldía de Gustavo Petro ha mostrado apoyo a un buen número de movilizaciones, pero está vez permaneció casi que en silencio ante este clamor popular. Quizás la semejanza con Juan Manuel Santos se hace presente en los días más cruciales que se está jugando el gobierno del primer mandatario del país.

Un dolor de cabeza para el sistema distrital de salud en Bogotá ha llevado a la toma de medidas de urgencia para salvaguardar la salud de miles de Bogotanos, el alcalde de la ciudad sumado al Secretario de Salud Aldo Cadena reclamaron el cumplimiento de los compromisos pactados por el Gobierno Nacional para cumplir la deuda de las EPS con los hospitales del distrito. La administración distrital tiene la iniciativa propuesta para que las ciudades tengan mayor autonomía y puedan manejar los recursos destinados para la salud pública, falta ver qué lugar tiene esa propuesta en la recién aprobada reforma a la salud y que tan bien cae la propuesta en la casa de Nariño, mientras tanto la red hospitalaria de Bogotá sobrevive a la crisis y anuncian recortes en funciones y cese de operaciones. 

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