Así está Bogotá.
Como estudiantes de ciencias sociales y humanas, de la universidad Externado
de Colombia, después de hacer un análisis crítico e imparcial sobre la
alcaldía mayor, las secretarías distritales y la ciudad de Bogotá, creemos
que así está Bogotá:
Existe en la ciudad cierto ambiente de inconformidad por parte de los
ciudadanos hacia la administración de turno, durante cuatro meses
registramos múltiples manifestaciones, que expresan claramente la falta de
atención por parte de la alcaldía hacia las peticiones de los ciudadanos,
mientras que Peñalosa se muestra poco abierto al diálogo, y siempre tiene
una excusa “razonable” para sus errores. Estas tensiones entre ciudadanía
y gobierno distrital, se suma a una larga lista que deja a Bogotá en completa
incertidumbre sobre diferentes temas. La corrupción en contratos,
las irregularidades en la alimentación de los colegios distritales, la
venta de la ETB y todos los debates que al respecto se han generado, el
aumento a las tarifas del SITP y el transmilenio y la pésima
infraestructura de las estaciones de este servicio público (donde las
ganancias van a privados en su mayoría) la presunta corrupción en
las alcaldías menores, esta semana se inundó el deprimido de la 94, (una
obra que hay que reconocer que Peñalosa entregó después de varias
administraciones que no la terminaron, pero no aguantó la primera
temporada de lluvias en la ciudad desde su inauguración)... Todo esto,
sumado a un proceso de revocatoria en contra del mandatario actual,
proceso que al parecer es apoyado por una buena parte de la ciudadanía,
pero que el alcalde a capa y espada está tratando de
deslegitimar, claramente para cumplir con todo su mandato, otorgado por
voto popular.
Aunque, es necesario ser conscientes que
muchos de los problemas que enfrenta la ciudad son causados por
administraciones anteriores como la de Samuel Moreno, o la de Gustavo
Petro entre otras, creemos que esta administración se ha encargado
de empeorar algunos aspectos, en vez de mejorar las condiciones para todos
los habitantes de Bogotá. Creemos también, que la ciudad y sus
dinámicas son responsabilidad de cada ciudadano, tanto de quienes han
estado toda la vida como de quienes a diario llegan aquí buscando nuevas
oportunidades. la convivencia ciudadana, el amor por la ciudad y el
cuidado por sus bienes materiales se ven afectados cuando en las marchas no
se respeta el derecho a la protesta, usando la violencia para hacer sentir
la inconformidad, aunque sabemos que la mayoría de los ciudadanos no
participan de estos hechos, por unos cuantos pagamos todos. Más allá de
responsabilidades, podríamos hablar de
cómo esto se convirtió en Bogotá en un problema estructural.
Por otro lado, aunque el presupuesto con el que cuenta la ciudad no cubre todas
las necesidades de los ciudadanos, existen prioridades como por ejemplo el
subsidio de transporte a personas de bajos recursos y personas con algún
tipo de discapacidad. Si
la tarifa del pasaje en transmilenio subió ¿porque los subsidios fueron
disminuidos a la mitad?
Estamos convencidos como estudiantes de ciencias sociales y humanas de
la Universidad Externado de Colombia, que los problemas de Bogotá pueden
ser solucionados a partir del diálogo entre el gobierno distrital y la
ciudadanía, pero no solo a través del diálogo, sino de hechos y acciones
que beneficien de igual manera a todos los habitantes de la ciudad, y no a
unos cuantos como sucede actualmente.
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